Revitaliza tu piel con esta rutina de cuidado personal

Nuestra piel es el órgano más grande del cuerpo, y como tal, requiere cuidados especiales para mantenerse saludable y radiante. Mientras que muchos de nosotros tenemos una rutina de cuidado de la piel para el rostro, a menudo nos olvidamos de dar el mismo nivel de atención a nuestra piel corporal.

Aquí te presentamos una rutina de cuidado para la piel del cuerpo que puedes seguir para mantener tu piel suave, hidratada y luminosa.

1. La exfoliación es el primer paso

La exfoliación es una parte importante de cualquier rutina de cuidado de la piel del cuerpo. Exfoliar la piel elimina las células muertas y ayuda a suavizarla y prepararla para la hidratación.

Adopta una buena rutina de exfoliación utilizando un exfoliante corporal suave una vez a la semana en la ducha, y masajea suavemente en la piel con movimientos circulares. Asegúrate de prestar atención a las áreas más ásperas y secas, como los codos, rodillas y talones.

2. Hidrata tu piel

Después de la ducha, asegúrate de hidratar tu piel con una crema hidratante corporal. Algunos de los beneficios de la hidratación son mejorar el aspecto de la piel y volverla más resistente.

Elije una crema o loción hidratante que se adapte a tu tipo de piel y preferencias. Si tu piel es seca, opta por una crema hidratante más espesa. Si tienes piel grasa, elige una crema hidratante más ligera. Nosotros te recomendamos Loción Corporal Refrescante G&H Refresca+™ que dejará tu piel humectada hasta por 24 horas.

Aplica tu loción en la piel limpia y seca y masajea suavemente hasta que se absorba completamente.

3. Usa protector solar

El protector solar es esencial en cualquier rutina de cuidado de la piel, no solo para el rostro, sino también para el cuerpo. Usa un protector solar con un factor de protección (FPS) de al menos 30, y aplícalo generosamente en todas las áreas expuestas al sol, incluyendo brazos, piernas y torso. Si estarás al aire libre por un largo tiempo, asegúrate de volver a aplicar el protector solar cada dos horas.

4. No te olvides de las manos y los pies

Las manos y los pies también necesitan atención en tu rutina de cuidado de la piel del cuerpo. Usa una crema hidratante para las manos después de lavarlas, y utiliza una crema hidratante específica para los pies, especialmente si sufres de sequedad o callosidades. También puedes usar una lima para pies para suavizar y eliminar las células muertas de la piel.

5. Bebe mucha agua

La hidratación no solo proviene de cremas hidratantes, sino también de lo que bebes. Asegúrate de beber suficiente agua durante el día para mantener tu piel hidratada desde adentro hacia afuera. El agua ayuda a eliminar toxinas del cuerpo y mantener la piel suave y radiante.

Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los EE. UU. Recomiendan que la ingesta diaria de líquidos sea de 2.7 a 3.7 litros al día, tomando en cuenta que aproximadamente el 20% de estos líquidos se obtienen de los alimentos y otras bebidas.

Ahora ya lo sabes, seguir esta rutina de cuidado para la piel del cuerpo, te ayudará mantener una piel suave, hidratada y saludable. Recuerda, la constancia es la clave. No esperes ver resultados inmediatos, sigue con tu rutina de cuidado de la piel durante varias semanas para notar una diferencia. Tu piel te lo agradecerá y podrás vivir tu vida como tú la quieres.